
Este sartén con arroz y chorizo es ese plato que me saca de apuros cuando vuelvo tarde del trabajo y sé que todos tienen mucha hambre. Entre el colorido de los pimientos y el sabor del chorizo ahumado, sale una comida completa en un solo sartén, perfecta para esos días en los que quieres algo casero pero rápido.
La primera vez que preparé este platillo fue para resolver una cena improvisada con amigos que llegaron sin avisar. Salió tan bien que ahora mi familia lo pide siempre que tenemos esas noches apuradas donde queremos algo rico y hecho en casa pero sin pasar horas cocinando.
Tentadores ingredientes
- Arroz blanco: Es la base que absorbe todo el sabor
- Aceite de oliva: Ayuda a dorar el chorizo y darle ese toque crujiente
- Chorizo ahumado: Llena el plato de sabor, busca uno con especias visibles para un toque especial
- Pimientos rojos y amarillos: Le añaden dulzura y color, elige los de piel brillante
- Cebolla blanca: Aporta ese querido aroma, mejor si es pesada para su tamaño
- Dientes de ajo fresco: Fundamental para el gusto, nada como el ajo recién picado aquí
- Concentrado de tomate: Realza los tonos intensos prueba usar doble concentración si consigues
- Caldo de pollo: Humedece y le da fondo elige bajo en sal para controlar el sabor
- Pimentón dulce: Suma color y calidez, el español va de lujo para este plato
- Pimienta cayena: Sube el picante, empieza con poca y ajusta al gusto
- Perejil fresco: Al final, le pone sabor y luz verde al plato
Fáciles pasos para hacerla
- Mezcla todo:
- Después de tener cocida la verdura y el chorizo, añade el arroz y el resto del caldo. Revuelve bien para que todo se embeba del sabor. Deja que el arroz chupe el juguito sabroso de la sartén. Todo queda bien integrado y sabroso.
- Decora y sirve:
- Ponle bastante perejil fresco justo para darle color y ese aroma fresco que lo equilibra todo. Sírvelo en caliente y disfruta.
- Haz la salsa:
- Baja la temperatura del fuego para que no se queme nada. Echa el concentrado de tomate, seguido de una buena parte del caldo de pollo, removiendo rápido para que la pasta se disuelva bien. Echa tu pimentón y un poco de cayena para darle ese giro extra.
- Cocina el arroz:
- Empieza con el arroz, cocínalo como te indique el paquete. Normalmente hay que lavarlo con agua hasta que salga limpia y luego cocerlo con el doble de agua que de arroz. Así queda suelto y listo para absorber el resto del sabor luego.
- Dora el chorizo:
- Pon la sartén al fuego medio-alto hasta que notes que calienta. Vierte el aceite de oliva y, cuando brille, añade el chorizo en rodajas. Déjalo hasta que tome color tostado por ambos lados, sin darle muchas vueltas. Ese dorado es clave para el sabor.
- Sofríe la verdura:
- En la misma sartén y con el jugo del chorizo, echa la cebolla y los pimientos. Cocínalos unos minutos hasta que ablanden ligeramente pero sigan con cuerpo. Al final, suma el ajo bien picado con sal y pimienta. Que el ajo no se queme para que no amargue.

El verdadero protagonista aquí es el chorizo ahumado. Yo lo descubrí después de probar mil versiones, pero nada da ese gusto intenso como un buen chorizo. Me recuerda a cuando mi abuela iba a la carnicería local para comprarlo, y en su mesa siempre tocaba pelearse por repetir.
Personalízalo a tu manera
Dale tu toque con lo que tengas. El chorizo tradicional es top, pero puedes usar de pavo o de pollo si prefieres algo más ligero. Lo importante: que tenga buen condimento para que inunde todo el plato de sabor.
Arroz siempre perfecto
El truco está en que el arroz quede suelto pero bien cocido. Mucha gente enjuaga el arroz un par de veces antes de cocerlo y así los granos quedan ligeros y no se apelmazan, algo importante en este tipo de plato donde la textura lo es todo.
Reutiliza tus sobras
Si te sobra, al día siguiente puedes rellenar unos pimientos con el arroz y chorizo, le pones queso por arriba y al horno hasta que estén tiernos. Sabe completamente distinto y nadie va a poner mala cara a las sobras.

Este sartén de arroz y chorizo es el salvavidas de entre semana. Es sencillo pero lleno de sabor… Lo harás una y otra vez, ya verás.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo cambiar el arroz blanco por integral?
¡Claro! Solo recuerda que el arroz integral requiere más tiempo, de 35 a 40 minutos, mientras el blanco se hace entre 15 y 20. Mejor cuécelo aparte antes de unirlo todo en la sartén, porque no le da tiempo a hacerse junto con los otros ingredientes.
- → ¿Cuál salchicha ahumada va mejor?
La kielbasa polaca es la típica, pero también quedan geniales la andouille, el chorizo o salchichas de pavo. Si te gusta picante, prueba andouille o chorizo. Para algo más suavecito, ve por las de pollo o pavo. Cambia mucho el sabor, así que juega con las opciones.
- → ¿Puedo dejar hecho este plato antes?
¡Por supuesto! Queda rico recalentado. Guárdalo bien tapado en la nevera hasta por tres días. Cuando lo calientes, échale un chorrito de caldo o agüita para que no se quede seco, ya sea en micro o en sartén a fuego suave.
- → ¿Cómo puedo ponerle más verduras?
Queda súper flexible. Echa calabacín picado, champis, o un puñado de espinacas con las verduras. Guisantes o maíz congelado van bien justo cuando juntas todo al final. Solo ojo porque verduras con mucha agua pueden soltar algo de líquido extra.
- → ¿Es un plato picante?
No mucho, solo un toquecito si dejas la cayena. Si prefieres suave, pon menos o sáltatela. ¿Te gusta fuerte? Añade más, incluso unas escamas de chile seco. El pimentón es solo aroma, no pica casi nada.
- → ¿Se puede congelar si sobra?
Va genial al congelador. Deja que enfríe por completo, luego guarda en bolsas o botes para congelar. Aguanta hasta tres meses. Sácala la noche antes a la nevera para que se descongele y vuelve a calentar cuando quieras. A veces el arroz cambia un poco la textura pero el sabor queda igual de rico.