
Quiero compartirte una de mis recetas navideñas más queridas: los buñuelos. Estas doradas y crujientes delicias guardan recuerdos muy especiales para mí. No hay nada como morder estos discos finos y fritos espolvoreados con azúcar y canela o bañados con miel de piloncillo. Su aroma me transporta directamente a la cocina de mi abuela durante las fiestas.
Por qué son tan especiales
Preparo estos buñuelos cada temporada navideña y ver cómo la gente los prueba por primera vez me llena de alegría. Son crujientes, dulces y, la verdad, bastante adictivos. La receta es sencilla, pero no te engañes, la magia está en los detalles. Cuando los pruebes calentitos recién salidos del aceite con azúcar y canela, entenderás por qué son toda una tradición festiva.
Lo que necesitas
- Harina normal: Esta es tu base, cualquier harina común funciona perfectamente
- Polvo para hornear: Para lograr esa textura ligera ideal
- Canela molida: Siempre uso canela fresca, nada de frascos que llevan meses abiertos
- Sal: Solo una pizca para realzar los sabores
- Mantequilla o manteca: A temperatura ambiente por favor, facilita mucho la mezcla
- Azúcar: Para la masa y para ese delicioso baño
- Esencia de vainilla: La de buena calidad marca la diferencia
- Aceite para freír: Yo uso girasol pero el vegetal también va bien
- Mezcla de azúcar y canela: La haremos fresca
- Miel de piloncillo: Opcional pero vale la pena probarla
Vamos a prepararlos juntos
- Empieza con tu base
- Primero, agarra tu bol más grande y mezcla la harina, polvo para hornear, sal y canela. Me gusta usar un batidor manual, consigue que todo quede perfectamente integrado
- Momento para lo húmedo
- Trabaja la mantequilla con tus dedos hasta que parezca arena. Luego añade el azúcar, vainilla y agua. La masa empezará a juntarse como por arte de magia
- Dale cariño
- Esta es mi parte favorita. Pon la masa sobre la encimera enharinada y amásala unos 5 minutos. Debe quedar suave como la seda. Déjala descansar tapada 15 minutos, necesita una pequeña siesta
- Forma y estira
- Divide en 14 o 15 bolitas, déjalas bien lisas. Luego viene la parte divertida: estirar cada una hasta que quede finísima. Si puedes ver la encimera a través de la masa, vas por buen camino
- El baile precocinado
- Cocina rápidamente cada disco en una sartén caliente y seca, solo 10 segundos por lado. Este truco que aprendí de mi abuela hace que se frían perfectamente
- Hora de freír
- Calienta bien el aceite, a unos 180°C. Fríe de uno en uno, presionando suavemente con una espátula para mantenerlos planos. Se inflarán y dorarán en segundos
- El toque final
- Mientras están calientes, rebózalos en la mezcla de azúcar y canela. Si quieres lucirte, báñalos con miel de piloncillo

Mis mejores consejos
- No te saltes la precocción: Créeme, este pasito hace que sea mucho más fácil freírlos
- Controla el aceite: Si está poco caliente quedarán grasosos, si está muy caliente se quemarán, yo siempre uso termómetro
- De uno en uno: Ya sé que da tentación freír varios, pero necesitan su espacio
- Azúcar mientras estén calientes: El calorcito ayuda a que el azúcar y canela se peguen perfectamente
Formas de disfrutarlos
Estas preciosidades están increíbles solo con azúcar y canela, pero espera a probarlos con miel de piloncillo calentita o un chorrito de cajeta. Mi manera favorita es acompañados de un humeante Café de Olla. El café con la canela juntos es pura gloria.
Cómo mantenerlos frescos
Te voy a contar un secretillo sobre cómo guardarlos. Si es que te sobran, claro. Envuélvelos bien con film transparente o mételos en un recipiente hermético. Se mantendrán crujientes unos 3 días a temperatura ambiente. ¿Quieres calentarlos? Con 10 segundos en el micro basta, pero vigílalos para mantener ese crujido.
El secreto de su éxito
¿Sabes qué hace tan especiales a estos buñuelos? Son todos esos pequeños detalles transmitidos durante generaciones. La masa perfectamente condimentada, esa textura crujiente y hojaldrada, y ese final dulce. Cada vez que los hago me recuerdan a las navidades en casa. No es solo una receta, es un pedacito de tradición mexicana directo a tu cocina.
Hazlos a tu manera
- Prueba la miel: Hierve piloncillo con canela y clavo hasta que espese como miel, pura delicia
- Sé creativo: A veces les pongo Nutella o dulce de leche por encima, mis niños se vuelven locos
- Dale sabor: Añade cardamomo a tu mezcla de azúcar y canela para algo diferente
- Hazlos pequeñitos: Los minis son perfectos para fiestas, además son muy monos
Perfectos para fiestas
Cuando invito gente a casa, me encanta apilarlos en espiral en la bandeja antigua de mi abuela. Pongo diferentes toppings como miel de piloncillo, leche condensada y algo de cajeta. A todos les gusta elegir su propia aventura y queda una presentación preciosa.
Combinaciones perfectas
No hay nada como mojar estos crujientes postres en una taza de chocolate caliente mexicano o Café de Olla. Durante las fiestas a veces los sirvo con ponche de huevo especiado también. La combinación de especias cálidas y buñuelos dulces y crujientes es simplemente mágica.
Adelantando trabajo
Te comparto un truco para ahorrar tiempo que he aprendido con los años. Puedes hacer la masa el día anterior y guardarla en la nevera. Solo déjala llegar a temperatura ambiente antes de estirarla. O precoci'na los discos más temprano y fríelos frescos cuando vayas a servirlos. El olor de los buñuelos friéndose es la mitad de la diversión.
Sabor de tradición
Cada Navidad y Año Nuevo estos buñuelos aparecen en nuestras reuniones familiares. Son más que un postre, son parte de nuestra celebración. Ya sea que los encuentres en ferias callejeras o en cocinas familiares, son una querida parte de las tradiciones navideñas mexicanas.
Lo que los hace únicos
Me he mantenido fiel a los métodos tradicionales porque ahí está la verdadera magia. Desde amasar suavemente la masa hasta lograr ese dorado perfecto, estos buñuelos llevan generaciones de amor en cada bocado. Son un recordatorio de que a veces los postres más sencillos son los más memorables.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Para qué se precocina la masa antes de freír?
Calentar la masa en un sartén ayuda a manejarla mejor al freír. Este paso asegura que los buñuelos conserven su forma y se cocinen uniformemente en el aceite.
- → ¿Qué tan delgada debe ser la masa?
Extiende la masa hasta que sea casi transparente, con un diámetro de unos 15-18 cm. Usa un poco de harina en la superficie y el rodillo para evitar que se pegue.
- → ¿Cuándo debo añadir el azúcar con canela?
Espolvorea la mezcla de azúcar mientras los buñuelos están tibios. El calor ayuda a que el azúcar se adhiera mejor a la masa.
- → ¿Cómo guardo los buñuelos que sobraron?
Mételos en un recipiente hermético o envuélvelos en bolsas plásticas. Se mantendrán crujientes durante varios días si los guardas a temperatura ambiente.
- → ¿Por qué mis buñuelos no quedan crujientes al freír?
El aceite debe estar bien caliente (alrededor de 175°C) antes de freír. Si la temperatura es baja, los buñuelos absorberán más aceite y no quedarán crujientes.