
Preparo este curry de cacahuate al estilo tailandés cuando me apetece algo cómodo pero con onda un martes cualquiera. La combinación de cacahuate cremoso y curry aromático sabe justo como esos platos que pides fuera. A mi familia siempre le fascina, incluso a los que son más difíciles para comer.
La primera vez que lo cociné, llovía un montón y no nos animamos a ir al restaurante tailandés. A mi familia no le convencía nada al inicio, pero ahora lo piden más que la comida para llevar.
Ingredientes
- Jugo de lima recién exprimido: Da el toque fresco que corta la cremosidad dulce y hace todo más ligero
- Salsa de soya: Agrega un sabor rico, prueba con la versión baja en sal
- Azúcar mascabado: Equilibra el picante con un toque dulce
- Cacahuate natural (crema): El secreto para que quede bien cremoso, mejor si es sin azúcar
- Leche de coco entera: Hazlo untuoso, elige la que viene espesa
- Pasta de curry rojo: El alma tailandesa aquí, no la dejes fuera
- Ajo picado y jengibre molido: Es la base cálida y especiada
- Aceite de oliva: Puedes usar aceite de coco si quieres que se acerque más al sabor tailandés, ambos quedan bien
- Pechuga de pollo: Aporta proteína ligera, si consigues de corral, mucho mejor
- Cebolla amarilla: Imprescindible para arrancar con aroma y sabor
- Zanahorias y patatas: Dan cuerpo al guiso y absorben todos los sabores de la salsa
Deliciosos Pasos
- Sirve y decora:
- Coloca la mezcla sobre arroz blanco bien caliente, mejor si es jazmín. Ponle maní picado y verás qué toque crujiente le da. El mismo vapor tuesta un poco los cacahuates y saca el sabor extra.
- Crea la salsa cremosa:
- Añade la leche de coco y baja el fuego, deja que todo hierva despacio unos 10 minutos mientras paseas la cuchara de vez en cuando. Los tubérculos se amoldan al tenedor y la salsa empieza a espesar. Así se mezclan los sabores bien sabroso.
- Enriquece:
- Mete mantequilla de cacahuate, azúcar mascabado, salsa soya y zumo de lima. Al principio verás la mantequilla rara, pero con paciencia y meneo, se mezcla todo. Unos minutos más al fuego y notarás la salsa lisita, prueba de sabor y ajusta si necesitas.
- Haz la base de especias:
- Agrega la pechuga troceada al sartén junto con ajo picado, jengibre y pasta de curry. Revuelve bien para que todo agarre color y olor intenso. Cuando el curry suelte aroma (uno o dos minutos), está listo para seguir.
- Dora las verduras:
- Pon cebolla, zanahoria y patata picadas en un sartén grande con aceite ya caliente. Dale unos 4 minutos hasta que la cebolla esté transparente y las verduras blandas. Aquí se suelta el dulzor natural de las verduras, construyendo sabor desde el principio.

Para mi, la pasta de curry rojo no se puede perder. Una vez la cambié por especias sueltas y el resultado fue otro. Esa pasta lleva hierba de limón y lima kaffir, que no tienen sustitución fácil con lo que tienes en tu despensa, créeme.
Conservación
Este guiso se pone mejor cada día. Déjalo en un táper hermético en la nevera hasta por 4 días sin preocuparte. Si el cacahuate se separa, solo mézclalo cuando calientes otra vez y listo. Si queda muy denso, ponle un poquito de agua o más leche de coco al calentar.
Opción Vegetariana
Lo puedes convertir en una versión veggie muy fácil. Solo olvida el pollo y agrega más verduras, o usa tofu firme o garbanzos para tener proteína. Si optas por tofu, sécalo bien presionando, fríelo un poco antes y luego échalo en la salsa: así absorbe el sabor pero sin romperse. El seitán es otra buena opción para quien no come carne.
Cómo Controlar el Picante
En la comida tailandesa el picante es esencial, pero lo ajustas como quieras. Si te va suave, pon solo la mitad de la pasta y siempre puedes sumar más. Si eres del team picante, mete un chile rojo finito al principio, o una cucharadita de salsa de chile y ajo con la pasta de curry. Recuerda, la leche de coco y el maní bajan el picor, así que no te asustes si parece fuerte al inicio.
Para Servir
Va genial con arroz blanco, aunque quieres lucirte ponlo con una ensalada fresca de pepino, vinagre de arroz y un poco de azúcar, vas a alucinar con el contraste. Si es una ocasión especial, sírvelo también con pan naan o roti para no dejar ni gota de salsa. Y no olvides las hierbas frescas, el cilantro, albahaca tailandesa o hasta menta levantan el plato y le dan color.

Este curry de cacahuate tiene un sabor potente y auténtico sin complicarte, por eso nunca falla en mi casa.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Se puede hacer este curry tailandés de cacahuate vegetariano?
¡Claro! Cambia el pollo por tofu o mete más verduras, como brócoli, coliflor o pimientos. La salsa queda igual de buena con cualquier opción.
- → ¿Qué tan picante queda el curry de cacahuate tailandés?
Depende mucho de la pasta de curry rojo que uses. Las que venden ya hechas suelen picar poco o medio. Si quieres más o menos picante, solo pon menos o más cantidad, o añade chiles si te va lo fuerte.
- → ¿Puedo usar otra pasta de curry distinta?
Sí, sin problema. La pasta de curry rojo es la más típica, pero prueba con la verde o amarilla para sabores nuevos. Cada una te dará un toque especial diferente y queda buenísimo igual.
- → ¿Con qué puedo acompañar curry de cacahuate tailandés?
Arroz jazmín es el clásico, pero igual queda bien con arroz integral, noodles de arroz o arroz de coliflor si quieres algo más ligero. Una ensalada fresca de pepino o rolls vietnamitas quedan súper bien al lado.
- → ¿Se puede hacer este curry con anticipación?
¡Por supuesto! Incluso queda más sabroso hasta uno o dos días después. Déjalo en el refri hasta tres días, o congélalo tres meses y verás que el sabor se intensifica aún más.
- → ¿Puedo cambiar la leche de coco por otra cosa?
La leche de coco da el sabor clásico y textura cremosa, pero si no tienes, prueba con crema de leche y un poco de caldo de pollo. El sabor cambia un poco, pero sigue siendo delicioso.