
Pollo con Fideos a la Mantequilla es un plato reconfortante donde tiernas piezas de pollo se encuentran con fideos suaves y mantecosos. Sazonado perfectamente y bañado en una salsa cremosa de mantequilla, este platillo ofrece calidez y sabor en cada bocado. Ya sea como cena acogedora entre semana o como guarnición abundante, seguro encantará a todos.
Mi pasión por este plato comenzó en mi niñez, cuando los fideos con mantequilla eran mi comida favorita. Con el tiempo, logré equilibrar sabores y texturas, añadiendo pollo dorado y jugoso para una comida más completa. Ahora, es mi opción segura cuando necesito una cena rápida y sabrosa.
Ingredientes Esenciales
- Pechugas de pollo: Elige cortes de buena calidad para mejor textura y sabor.
- Fideos de huevo: Los fideos anchos absorben mejor la salsa.
- Mantequilla: Usa mantequilla sin sal para controlar el sabor final.
- Pimienta negra: Recién molida aporta mayor profundidad.
- Queso manchego: Opcional pero realza el umami y la cremosidad.
Preparación Paso a Paso
- Preparando el pollo:
- Recorta el exceso de grasa y seca bien el pollo. Sazona uniformemente con sal, pimienta y hierbas opcionales.
- Cocinando el pollo:
- Calienta aceite de oliva y mantequilla en una sartén grande a fuego medio-alto. Dora el pollo por 6-7 minutos por cada lado hasta que esté dorado y bien cocido.
- Reposando el pollo:
- Transfiere a un plato y deja reposar 5 minutos antes de cortarlo.
- Cocinando los fideos:
- Hierve los fideos en agua con sal hasta que estén al dente. Guarda 1 taza del agua de cocción antes de escurrir.
- Preparando la salsa de mantequilla:
- Derrite mantequilla en la sartén a fuego bajo, removiendo constantemente.
- Combinando todo:
- Añade los fideos a la salsa de mantequilla, mezclando bien. Incorpora agua de cocción según sea necesario para lograr una consistencia sedosa.
- Toques finales:
- Cubre con el pollo en rodajas, perejil fresco y queso manchego opcional.

La primera vez que preparé este plato, me di cuenta de cómo pequeños detalles, como usar mantequilla de calidad y dejar reposar el pollo adecuadamente, marcaban una gran diferencia. Ahora, es una receta infalible a la que recurro una y otra vez.
Variaciones Deliciosas
Cambia los fideos de huevo por tallarines o papardelle para una textura diferente. Prueba con muslos de pollo para más sabor. Para una versión cremosa, añade un poco de nata para cocinar antes de servir.
Acompañamientos Ideales
Sirve con pan de ajo y una ensalada fresca para una comida completa. Una copa de vino Albariño o un Rioja ligero complementan perfectamente la riqueza mantecosa.
Conservación y Recalentamiento
Guarda las sobras en un recipiente hermético en la nevera hasta 3 días. Recalienta suavemente en la estufa con un poco de agua o mantequilla para restaurar la cremosidad de la salsa. Evita congelar, ya que la salsa de mantequilla puede separarse.

Cada vez que preparo este plato, valoro su simplicidad y profundidad de sabor. Ya sea para una cena familiar acogedora o una comida rápida después de un largo día, esta receta nunca decepciona.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué tipo de fideos van mejor con esta receta?
- Los fideos anchos de huevo son perfectos porque su forma atrapa bien la salsa de mantequilla, pero también puedes usar fettuccine o cualquier otra pasta ancha si no tienes.
- → ¿Cómo sé cuando el pollo está bien cocinado?
- El pollo debe estar dorado por ambos lados y alcanzar una temperatura interna de 74°C. Si no tienes termómetro, corta la parte más gruesa - debe estar completamente blanca sin rastros rosados.
- → ¿Puedo preparar esto con anticipación?
- Aunque sabe mejor recién hecho, puedes guardar las sobras hasta 3 días. Caliéntalas suavemente con un chorrito de agua o mantequilla para que los fideos no se sequen.
- → ¿Qué verduras quedan bien con este plato?
- Brócoli al vapor, judías verdes salteadas o una ensalada sencilla combinan perfectamente. También puedes añadir verduras directamente a los fideos con mantequilla.
- → ¿Puedo usar muslos de pollo en vez de pechugas?
- Sí, los muslos deshuesados quedan geniales y suelen quedar más jugosos. Solo ajusta el tiempo de cocción ya que los muslos pueden necesitar un minuto o dos más por cada lado.