
Esta sabrosa versión de caprese con berenjena lleva el clásico italiano a un plato veraniego que en mi casa piden sin parar. Al asar la berenjena adquiere ese toque ahumado y le da más cuerpo a la caprese de siempre. Ideal para algo ligero pero que satisface, o como acompañante vistoso cuando tienes visitas.
Probé a hacer este plato la primera vez en una comida en el patio porque quería algo que llenase pero no pesado para quienes no comen carne. Gustó tanto el contraste de la berenjena ahumada con la mozzarella suave que desde entonces es mi plato estrella todos los veranos cuando vienen amigos.
Ingredientes deliciosos
- Berenjena grande: Busca que estén firmes y brillantes y sin zonas blandas para que queden ricas
- Aceite de oliva: Extra virgen mejor, ya que el sabor marca la diferencia en el adobo
- Vinagre balsámico: Da esa acidez dulce que equilibra la cremosidad de la mozzarella y la berenjena
- Ajo fresco: Pícalo lo más fino que puedas para que aromatice sin distraer
- Tomates frescos: Si son cherry o de los de verano coloridos, mucho mejor para el sabor y vista
- Mozzarella fresca: Si encuentras mozzarella de búfala, lánzate porque queda increíble
- Hojas de albahaca: Que estén bien verdes y sin manchas, así tienen más aroma
- Glaseado de balsámico: Es opcional pero le da ese último toque y mucho sabor
- Sal gruesa (tipo sal marina): Saca el sabor de todo y ayuda con la berenjena
- Pimienta negra: Mejor si la mueles en el momento para que saque todo su aroma
Fáciles pasos a seguir
- Pon la parrilla a calentar:
- Ponla a fuego medio-alto, cerca de 200°C. Así la berenjena se hace sin quemarse y sale con esas marcas bonitas. Deja calentar tu parrilla al menos 10 minutos para que el calor se reparta igual.
- Corta la berenjena:
- Haz rodajas de unos 1,5 cm de grosor; si son más finas quedan muy flojas y si son más gruesas se quedan duras. Déjalas sobre una bandeja en una sola capa para que después se adoben todas bien.
- Prepara el adobo:
- Mezcla en una fuente el aceite, el vinagre, el ajo picado, un poco de sal y pimienta. Bate bien para que quede un adobo uniforme y todo coja sabor. El vinagre no solo da gusto, también suaviza la berenjena.
- Adoba la berenjena:
- Pon las rodajas dentro del adobo dándole vuelta para que se empapen por los dos lados. Cinco o 10 minutos sobran para que cojan gusto sin empaparse demasiado.
- Llévalas al fuego:
- Saca las rodajas sacudiendo el exceso de adobo, así no saltan llamas. Asa 4-5 minutos, dales la vuelta y termina con 2 o 3 minutos más hasta que estén blanditas y doradas.
- Monta la caprese:
- Coloca en la bandeja rodajas de berenjena, tomate y mozzarella alternando tipo escalera, o haz torres con la berenjena de base. Da igual el orden, quedan súper llamativas y coloridas.
- Remata con los extras:
- Pon un chorro adicional de aceite y de balsámico (puede ser en reducción). Un poco más de sal, pimienta y esparce la albahaca fresca por encima. Así sale ese aroma a caprese total.

El truco está en el adobo con balsámico. Lo descubrí buscando que a mis peques les gustase la berenjena y fue un antes y un después. Les recuerda a una pizza sin masa por ese contraste dulce y salado y me la piden todo el tiempo.
Ideas para servirla
Va genial como parte de una mesa de picoteo con aceitunas, embutidos y pan crujiente. Si quieres algo más completo, acompaña con pollo a la parrilla o una pasta sencilla con hierbas y aceite. Para una comida vegetariana, ponla de plato principal con ensalada de quinoa o pan para mojar en los jugos.
Adelántala sin problema
Aunque lo ideal es servirla recién hecha, puedes dejar casi todo listo antes. Asa la berenjena hasta un día antes y guárdala tapada en la nevera; al día siguiente estará incluso más sabrosa. Sácala un rato antes de montar para que no esté fría y pon los tomates, la mozzarella y la albahaca justo antes de llevar a la mesa. Echa el último toque de aceite y balsámico al final para que se vea perfecta.
Cambia según la temporada
Cuando hay muchos tomates y albahaca, quédate con la versión clásica. Si ya es otoño, prueba añadiendo pimientos asados o tomates secos para un sabor más intenso. En invierno, usa tomates cherry asados que salen más dulces. Y en primavera, unas hojas de rúcula tierna van perfecto con la mozzarella cremosa.
Si te faltan ingredientes
No tienes parrilla a mano? Mete la berenjena al horno a 220°C unos 20 minutos, dándole la vuelta a mitad, y sale genial. Si no hay mozzarella fresca, compra una buena mozzarella normal en bloque y corta en lonchas. Para veganos, usa queso de anacardo o rodajas de aguacate. Si quieres cambiar el toque, usa vinagre balsámico blanco o prueba una vinagreta cítrica si buscas algo distinto.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo cambiar la berenjena por otra verdura?
Pues sí, el calabacín o champiñones portobello también quedan muy bien. Ojo, reduce el tiempo porque se cocinan más rápido.
- → ¿Cómo hago para que la berenjena no se deshaga?
Evita dejarla en el marinado mucho rato o asarla demasiado. Con 4 o 5 minutos por lado está lista, sólo busca que quede tierna.
- → ¿Se puede usar glaseado balsámico del súper?
¡Claro! El que venden sirve perfecto y le da un toque dulcecito y sabroso. Si lo prefieres, reduce un poco de vinagre balsámico con miel y listo.
- → ¿Con cuánto tiempo de antelación la puedo preparar?
Te va bien si montas la berenjena y las capas 3 horas antes. Mejor sácala de la nevera media hora antes de comerla, así estará a temperatura ambiente.
- → ¿Qué tomates combinan mejor aquí?
Prueba con tomates cherry o los de tipo heirloom porque son dulces y sabrosos, pero cualquier tomate fresco te funcionará.
- → ¿Puedo prepararla sin tener parrilla?
Sin problema, la berenjena se puede hacer en sartén, en horno o hasta en la freidora de aire. Sólo cuida tiempos para que quede suave pero firme.