
Esta versión dorada al horno de berenjena a la parmesana toma lo clásico y lo vuelve más liviano, pero igual de sabroso y crocante. A mi abuela italiana seguro le haría dudar cambiar la sartén por el horno, pero después de probarla en la última cena familiar, hasta ella cayó rendida ante el queso chorreante y la corteza crujiente.
Inventé este plato un verano en que el huerto me dio más berenjenas de las que podía comer. Probé varias ideas y esta versión al horno es la que más repiten hasta mis hijos, que suelen esquivar los vegetales.
Lista de Ingredientes
- Berenjena: elige las que estén firmes, con piel reluciente y sin manchas. Las berenjenas pequeñas suelen tener menos semillas y amargor
- Huevos: necesarios para que el empanizado no se despegue
- Pan rallado tipo panko: truco infalible para lograr el toque crocante. Tiene una textura más ligera y aireada que el pan rallado común
- Queso parmesano: si es recién rallado, mejor. Suma un sabor profundo y mantiene la capa doradita
- Hierbas secas: orégano y albahaca brindan ese aroma tradicional
- Ajo en polvo: pone sabor sin riesgo de que se queme como el ajo fresco
- Aceite de oliva: ayuda a que se doren bien. Un buen aceite hace la diferencia
- Salsa de tomate casera o de tarro: compra una buena o hazla rápida en casa. La salsa equilibra y refresca
- Queso mozzarella: puedes usar fresca o de la que viene en bloque, pero la de poca humedad se derrite mejor
- Albahaca fresca: da un toque final aromático si quieres, aunque no es imprescindible
Fáciles Pasos para Hacerla
- Quita el Amargor:
- Pon las rodajas de berenjena sobre servilletas y echa sal por ambos lados, déjalas reposar media hora. Así sueltan agua y el sabor amargo se va. Cuando pase el tiempo, enjuaga y seca bien. Si tus berenjenas son muy tiernas y frescas, este paso a veces no es necesario.
- Prepara Dos Platos:
- En un bol bajito mezcla panko, parmesano y las hierbas secas usando tus manos, así todo queda bien repartido. En otro plato, bate los huevos con un chorrito de agua hasta que la mezcla sea pareja, el agua los hace menos espesos para que se reparta mejor. Pon ambos platos juntos para que empanizar sea rápido.
- Empaniza sin Apuro:
- Ve pasando las rodajas primero por huevo, escurre lo que sobra y luego presiona en el pan rallado por ambos lados. Si quieres máxima crocancia, deja reposar el empanizado 5 minutos antes de meter al horno (así se pega bien).
- Al Horno Hasta Dorar:
- Puedes poner las rodajas sobre la bandeja con aceite, que no se encimen. Hornea a 190°C y da vuelta la bandeja a la mitad del tiempo para que se doren igual. El primer horneado les da ese dorado de fritura pero sin aceite extra. Para girarlas, usa una espátula delgada y así el empanizado no se rompe.
- Armado Final:
- Cuando las berenjenas estén crocantes, echa encima un poco de salsa de tomate, dejando los bordes sin cubrir. Agrega queso mozzarella por arriba. Vuelve todo al horno solo hasta que el queso se funda, pero que no tome mucho color.
- Deja Reposar y Decora:
- Espera unos minutos antes de servir para que se asienten en capas. Si vas a poner albahaca fresca, hazlo al final para que no se marchite y conserve aroma. El choque del empanizado, la berenjena suave, la salsa ácida y el queso derretido hace que cada bocado esté buenísimo.

Siempre que hago este plato me transporta a los domingos en casa de mis abuelos, en Nueva Jersey. Aunque ahora horneo en vez de freír la berenjena, el aroma sigue llenando la cocina igual. El truco que nunca falla: parmesano fresco rallado justo antes de usar.
Cómo Guardarla y Adelantarse
Puedes organizarte haciendo la berenjena en varias tandas según tu ritmo. Se puede salar, empanizar y hornear un día antes. Guarda en la nevera y, cuando toque, échale la salsa y el queso luego calienta antes de servir. Para recalentarlas, usa el horno a 180°C hasta que vuelva a estar caliente.
Si te sobra, guárdala en un recipiente bien cerrado y métela a la nevera (aguanta unos tres días). Calienta en el horno, nunca en microondas, para que conserve el toque crujiente. Para que no se humedezca abajo, ponla sobre una rejilla con la bandeja debajo cuando la recalientes.
Ideas para Acompañar
Por sí sola está buenísima, pero prueba acompañarla con pasta tipo espaguetis al dente salteados con un poco de aceite de oliva y ajo. Otra opción más ligera es ponerla al lado de una ensalada fresca de rúcula con limón y aceite de oliva.
Si hay invitados, acomoda las rodajas de berenjena un poco encimadas en una fuente caliente, vierte salsa de tomate caliente en los bordes y decora con hojas de albahaca fresca y un poco de parmesano recién rallado.
Variantes para Probar
La técnica básica sirve para darle tu toque: cambia la berenjena por calabacín o setas portobello y queda genial. También puedes mezclar la mozzarella con provolone o fontina para un sabor más complejo.
Si te gusta el picante, añade un poco de chile seco molido al pan rallado o usa una salsa de tomate picante tipo arrabbiata. Cuando llega el verano, cambia la salsa de tarro por tomate fresco salteado rápido con ajo y albahaca para un sabor más ligero y vivo.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Para qué sirve salar la berenjena antes de hornear?
Así suelta agua y el amargor, y queda más rica y suavecita cuando la metes al horno.
- → ¿Puedo usar pan molido normal en vez de panko?
Claro, sí puedes, pero el panko le da más crocante a la capa de fuera.
- → ¿Qué salsa de tomate me recomiendas?
Puedes comprar una del súper o hacerla tú para que quede más fresca y a tu gusto.
- → ¿Cómo hago esta comida libre de gluten?
Usa pan molido sin gluten y revisa que la salsa también sea apta para ti.
- → ¿Se puede avanzar en la preparación antes?
Sí, empaniza las rodajas antes y hornéalas después. Agrega salsa y queso justo antes de servir.
- → ¿Qué acompaña bien la berenjena al horno?
Va genial con pasta, ensalada de hojas frescas o pan de ajo para completar la comida.