
Esta crema suave de espárragos tiene todo el sabor de la primavera y además es facilísima de hacer. Cuando veo espárragos frescos en el súper o en el mercado de la esquina, me encanta preparar este plato porque los aprovecha al máximo.
La primera vez que preparé esta crema fue porque tenía un montón de espárragos frescos que no quería que se echaran a perder. Lo que empezó siendo una solución rápida se volvió el platillo más pedido en mi casa durante primavera. Ya no puede faltar cuando los espárragos están de temporada.
Ingredientes
- Espárragos: 900 gramos limpios y cortados. Te van a dar ese toque fresco y sabroso tan típico. Escoge los de color verde brillante y puntas cerradas.
- Papa blanca/grande: Ayuda a que quede cremosita sin mucha grasa. Elige una mediana, sin cortes en la cáscara.
- Cebolla y apio: Son la base para que huela y sepa riquísimo. De preferencia usa todo fresquito.
- Dientes de ajo: Le da fondo al sabor. El ajo acabado de picar siempre es mejor que el que viene ya molido.
- Caldo de pollo o verduras: Será el líquido principal. Casero siempre tiene mejor sabor, pero el de cartón también funciona.
- Nata líquida para montar: Da ese punto cremoso y suave. Usa natural y entera si quieres textura muy fina.
- Zumo de limón: Le da chispa al final. Recuerda, siempre mejor recién exprimido.
- Hierbas provenzales: Un poco de mezcla de especias le suma un toque aromático sin complicarse.
- Aceite de oliva y mantequilla: Juntos son lo mejor para sofreír los vegetales.
Deliciosos Pasos
- Combina limón y nata:
- Al final, añade el zumo de limón fresco con la nata. El limón realza el sabor de los espárragos y la nata hace la sopa bien cremosa, como de restaurante. Ahora sí, salpimenta a tu gusto; esto saca el máximo sabor.
- Tritura todo:
- Pon la batidora en la olla y dale hasta que todo esté súper liso. Si lo vas a licuar en batidora grande, espera a que se enfríe un poco y hazlo en tandas. Cuando esté totalmente cremoso, viértelo de regreso a la cazuela.
- Cocer a fuego lento:
- Tapa dejando una rendija para el vapor y baja el fuego. Dale unos 15 minutos. Pincha la papa; si la atraviesas fácil y el espárrago está tierno y verde chillón, ya está.
- Construye la base:
- Echa el caldo, las hierbas, los espárragos y las papas en cubos. Sube el fuego hasta que hierva fuerte. Así todo arranca rápido.
- Agrega el ajo:
- Pon el ajo picado y mueve apenas 30 segundos. Cuando huele rico es momento de parar. Si lo dejas más, amarga.
- Sofríe los vegetales:
- Pon la mantequilla y el aceite en la olla y deja que se derrita. Agrega la cebolla y el apio, mueve de vez en cuando hasta que estén doraditos, unos 7 a 10 minutos. Este punto carameliza el sabor.

El gran truco de esta crema está en limpiar bien los espárragos. Después de muchos intentos fallidos, aprendí que las puntas duras arruinan la textura y pueden ser muy amargas. Ahora siempre parto cada tallo con las manos; se rompe justo donde empieza la parte tierna, así nunca fallo.
Guarda tu crema
Esta crema la puedes tener bien cerrada en la nevera unos 4 días y va a saber aún mejor de un día para otro, porque se mezclan más los sabores. Al calentar, hazlo despacio y a fuego medio bajo para que la nata no se corte. Si ves que se espesa demasiado, solo agrega un chorrito más de caldo.
Cambia los ingredientes
Si no quieres lácteos, la leche de coco va perfecto en vez de nata. El dulzor natural es un toque especial que queda sorprendente con los espárragos. Si quieres una versión menos pesada, la leche entera o mitad y mitad funcionan bien, aunque será menos lujosa.
Puedes usar puerro en lugar de cebolla para un gusto más suave. Solo lávalos bien y usa la parte blanca y verde clarita. Si tienes camote, también queda rico en lugar de papas blancas y le da un color diferente, más anaranjado y sabrosón.
¿Cómo servirla?
Esta sopa es perfecta para empezar una comida primaveral con pollo al horno o pescado a la parrilla. Si buscas una comida ligera, acompáñala con pan crujiente y una ensaladita simple. A mí me gusta servirla con un poco más de nata encima, unas puntas extra de espárrago y rayadura de limón para que luzca y tenga más textura.
Cómo elegir espárragos
El resultado final depende mucho de que los espárragos sean buenos. Fíjate que tengan las puntas bien cerradas y los tallos rectitos, sin caerse. Hay flacos y gorditos, pero el grosor es cosa de gustos; los gruesos quedan más carnosos, pero los delgaditos son más delicados de sabor. Ambos sirven perfecto aquí.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo puedo quitar bien las partes duras del espárrago?
Solo rompe los extremos más gruesos tirando suavemente o córtalos todos juntos si prefieres. Normalmente con cortar unos dos centímetros es suficiente.
- → ¿Puedo hacerla sin lácteos?
¡Claro! Solo omite la crema o usa leche de coco. Cambia un poco el sabor, pero queda deliciosa igual.
- → ¿Qué hago si no tengo batidora de mano?
Puedes pasar la sopa por una licuadora normal. Eso sí, espera a que se enfríe un poco antes de batir para no quemarte.
- → ¿Se puede dejar hecha del día anterior?
Por supuesto. Puedes tener la sopa lista y de un día para otro solo calentarla despacio. La crema mejor añadirla al final justo antes de servir.
- → ¿Ideas para decorar la sopa?
Un chorrito de aceite de oliva y queso parmesano quedan geniales. También puedes poner pimienta recién molida y unas hojas de tomillo o perejil fresco.