
Estas tortitas de calabacín duran nada en la mesa. Por fuera quedan crocantes y adentro suaves. Son el truco que no falla cuando tengo calabacines de sobra en verano. Aunque a algunos no les gusten los calabacines, no dejan ni una cuando hago estas delicias en la sartén.
La primera vez que las preparé fue porque no sabía qué más hacer con tanto calabacín de mi huerta. Ahora nos gustan tanto que hasta mis hijos piden que las prepare todo el año, no solo cuando hay calabacines.
Ingredientes principales
- 2 tazas de calabacín rallado: El gran protagonista, le da jugosidad y sabor suave. Busca que sean medianos, duros y con poca semilla
- 2 huevos grandes: Hace que la mezcla quede compacta y no se deshaga. Mejor si están a temperatura ambiente
- 2 cucharadas de cebolleta picada: Da un toque fresco y sutil, combina perfecto con el calabacín
- 1/2 taza de harina de trigo: Ayuda a que todo se una y no quede líquido
- 1/4 taza de queso parmesano rallado: Le da ese sabor intenso y ayuda al borde crocante que todos amamos
- 1/2 cucharadita de polvo para hornear: Para que queden un poquito más esponjosas
- 1/2 cucharadita de sal: Realza el sabor de todo. Mejor si usas sal gruesa
- 1 pizca de orégano seco: Ese toque mediterráneo que hace que sepan aún mejor
- 1/4 taza de aceite de girasol: Al freír quedan doraditas y ricas. Elige uno suave que soporte el calor
Fáciles pasos a seguir
- Escurre el calabacín:
- Usa varias servilletas para secar el calabacín rallado y quitar toda el agua. Es clave para que no queden blandas. Yo las cambio un par de veces y aplasto fuerte, hasta que salga la mayor parte de líquido.
- Une lo húmedo:
- Mete el calabacín ya seco a un bol grande con los huevos y la cebolleta. Mezcla bien. Así el huevo recubre todo y los ingredientes quedan listos para el siguiente paso.
- Mezcla los secos:
- En otro recipiente, bate harina, parmesano, polvo para hornear, sal y orégano juntos para que los sabores se repartan bien por toda la masa.
- Haz la masa:
- Agrega la mezcla seca a la húmeda y revuelve despacio. Solo hasta combinar, no te pases mezclando porque quedan duras. Se ve espesa y con grumos, es normal.
- A la sartén:
- Pon aceite de girasol en una sartén grande a fuego medio-alto, hasta que chisporrotee pero sin humear. Coloca porciones de la masa (como dos cucharadas) y aplánalas un poco. Deja que se doren y se vean los bordes firmes, esto tarda unos 2 o 3 minutos.
- Voltea y termina:
- Gira cada tortita con cuidado y deja que se haga por el otro lado otros 2 o 3 minutos. Quieres que ambos lados queden dorados y crujientes, con el centro tierno.
- Escurre y disfruta:
- Sírvete en un plato con papel para quitar el aceite sobrante. Come en caliente, recién hechos están mucho más ricos. Si te gusta, añade una cucharada de yogur, crema agria o similar encima.

Lo que hace especiales estas tortitas es el parmesano. Alguna vez probé con otro queso porque no tenía, y aunque estaban buenas, les faltaba ese toque umami y los bordes doraditos que hacen que todos quieran repetir y no dejen ni una.
Cómo guardar y adelantar
Las tortitas de calabacín aguantan perfectas para prepararlas antes. Cuando ya estén frías, guárdalas entre papeles de horno en un recipiente tapado y las dejas en la nevera hasta 3 días. Si quieres congelarlas, colócalas primero en una bandeja separadas y después ya puedes pasarlas a una bolsa de congelar, duran bien hasta 3 meses.
Para recalentarlas, ponlas en el horno a 190°C unos 10 minutos si vienen de la nevera, o 15 minutos congeladas. Si quieres que vuelvan a estar crujientes, nada de microondas, que se ablandan mucho.
Ideas para darles tu toque
Aunque la receta original está genial, puedes modificarla a tu gusto. Añade 1/4 de taza de maíz dulce si te gusta el toque crujiente y dulce, cambia el parmesano por queso feta para un sabor más fuerte, o mete un puñado de hierbas frescas como perejil, albahaca o eneldo. Si prefieres un poco de picante, ponle un poco de chile seco o un trocito de jalapeño muy picado.
Cómo servirlas
Son súper versátiles: van bien de comida ligera con una ensalada, como entrante en una comida con amigos, o para desayuno salado con un huevo frito encima. Si quieres algo más completo, sírvelas con pollo o pescado a la plancha.
Con lo clásico nunca fallas: yogur griego, tzatziki o crema agria quedan genial. Si tienes algo especial, prueba ponerles un poco de salmón ahumado y una cucharadita de crème fraîche para esos días en que quieres lucirte.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo se prepara el calabacín para estas tortitas?
Ralla el calabacín y sécalo usando papel absorbente. Así evita que la mezcla quede aguada al cocinar.
- → ¿Con qué acompañar las tortitas de calabacín?
Vienen genial con un poco de crema agria o yogurt. Si quieres más sabor, prueba con hierbas frescas o más parmesano encima.
- → ¿Puedo hacer estas tortitas sin gluten?
Claro, usa tu mezcla de harina sin gluten favorita en lugar de la normal y revisa bien los otros ingredientes.
- → ¿Cómo las hago al horno en vez de freírlas?
Pon la mezcla en una charola engrasada y hornéalas a 190°C durante unos 15 minutos. Dales la vuelta a la mitad para que queden doradas.
- → ¿Cómo guardo las tortitas si sobran?
Cuando enfríen, mételas en un bote cerrado y guárdalas en la nevera hasta tres días. Vuelve a calentarlas en sartén o tostadora y quedan perfectas.
- → ¿Se pueden congelar estas tortitas?
Sí, colócalas separadas en una bandeja para congelarlas. Después pásalas a una bolsa y guarda en el congelador. Calienta directo desde congeladas en sartén o al horno.