
Este plato de espárragos y patatas al horno tiene toda la onda primaveral y no te mete en líos. Mezclar espárragos tiernos con patatas doraditas da como resultado una guarnición que va bien con lo que se te antoje para el plato principal.
Me inventé este acompañamiento la temporada pasada de espárragos cuando apareció una cena improvisada en casa. Gustó tanto que ahora lo hago seguido apenas veo los espárragos en el mercado.
Súper ingredientes
- Patatas pequeñas rojas: Son firmes y chupan todo el sabor. Busca que sean del mismo tamaño para que todo se cocine parejito
- Espárragos frescos: Aportan ese toque de primavera que alegra el plato. Lo mejor son los que tienen la punta cerrada y el tallo duro
- Tomillo fresco: Da un aroma sabroso que va de cine con las verduras. Elige los que tienen hoja verde brillante
- Ajo: Dale ese fondo rico y sabrosón. Si usas ajo recién picado la diferencia se nota mucho
- Aceite de oliva: Hace que todo te quede doradito. Usa uno virgen extra bueno si puedes
- Mantequilla: Da ese punto cremoso y ayuda a dorar. Si hay, busca mantequilla estilo europeo que tiene más grasa y sabor
- Sal gruesa: Resalta el sabor sin pasarse. El tamaño grande del grano ayuda a que se reparta mejor
- Pimienta negra: Ese toquecito picante suave. Si la mueles al momento te quedará genial
- Queso parmesano: Le pone el broche umami y crujiente. Si tienes una cuña, rállala en el momento para que se funda bien
Fáciles pasos a seguir
- Coloca la bandeja:
- Pon el horno a calentar a 220°C. Así te aseguras de que todo se dora sin resecarse y queda tierno por dentro.
- Prepara las patatas:
- Pártelas a la mitad para que tengan base plana y se doren más. Que sean parecidas de tamaño así todo va al mismo ritmo.
- Arregla los espárragos:
- Pellizca por el tallo y quiebra cada espárrago a unos dos o tres dedos del final para quitar la parte dura. Después córtalos en trozos de unos 5 cm para que queden de bocados y doren mejor.
- Haz la mezcla aromática:
- En un bol pequeño mezcla tomillo, ajo picado, mantequilla, aceite de oliva, sal y pimienta. Remueve hasta que esté todo bien unido y huelan las hierbas.
- Comienza con las patatas:
- Coloca las patatas en la bandeja y échales la mitad de la mezcla aromática. Mézclalas bien para que se empapen. Las patatas necesitan unos minutos de ventaja antes de poner los espárragos.
- Empieza el horneado:
- Mete la bandeja con solo las patatas al horno por 15 minutos. Así cogen color y se van ablandando antes de añadir el resto.
- Ahora los espárragos:
- Saca la bandeja y añade los trozos de espárrago. Vierte el resto de la mezcla aromática y combina todo. Reparte bien en la bandeja para que ninguna verdura quede encima de otra.
- Termina el horneado:
- Devuelve todo al horno 15 minutos más, hasta que las patatas estén suaves y los espárragos verdes y con las puntas crocantes. No dejes que se pasen.
- Dale el toque final:
- En cuanto salga del horno, añade el parmesano rallado encima para que se funda con el calor y te quede todo sabrosón y jugoso.

Mi recuerdo top de este plato fue ver a mi sobrino, que no quiere ni ver una verdura, probar con cara rara y después repetir tres veces. Cuando asas las verduras así se transforman y hasta los más tiquismiquis quedan enganchados.
Claves para el mejor resultado
La gracia está en añadir las cosas al horno a diferentes tiempos. Si pones las patatas y los espárragos juntos, uno se va a pasar o el otro quedará crudo. Así cada uno llega en su momento. Si tus espárragos son finitos, con 10 o 12 minutos te basta gastarlos para que no se pasen.
Cambia según la estación
El truco es que funciona todo el año. En verano puedes ponerle judías verdes o calabacín en vez de espárragos. En otoño, cambia la patata por cubitos de calabaza. En invierno, prueba coles de Bruselas en lugar del espárrago. La mezcla de hierbas y mantequilla va con cualquier combinación de verduras.
Hazlo con anticipación
Recién hecho está de diez, pero puedes adelantar cortando espárragos y patatas hasta dos días antes y guardarlos en tuppers en la nevera. La mezcla aromática puedes dejarla lista tres días antes y solo dejarla fuera un rato para que no esté dura al usarla.
Ideas para servir
Sirve al lado de un pollo al horno para una cena rápida o con salmón a la plancha si quieres algo más especial. Si te mola lo veggie, pon las verduras sobre una base de polenta cremosa o mézclalas con farro cocido y un poco de aliño suave para una ensalada de grano contundente.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo limpio los espárragos para que queden bien al horno?
Solo cortá o quebrá los extremos duros de cada espárrago, sacando unos dos centímetros del final. Vas a notar que se rompe fácil justo donde deja de estar fibroso.
- → ¿Puedo usar tomillo seco si no tengo fresco?
Claro, usá una cucharadita y media de tomillo seco, romero, o condimento italiano si no tenés tomillo fresco a mano.
- → ¿Se puede reemplazar las papas mini por otras grandes?
¡Obvio! Podés usar papas grandes, solo tenés que cortarlas en trozos chiquitos para que se cocinen igual de rápido que los espárragos.
- → ¿A qué temperatura es mejor hornear estas verduras?
Poné el horno bien caliente, a 220°C (425°F), así todo queda dorado y sabroso.
- → ¿Qué pasa si no quiero poner parmesano?
No hay problema, podés dejarlo fuera si querés algo más liviano o sin lácteos. El ajo y las hierbas siguen dándole onda al plato.
- → ¿Cómo hago para que las papas se cocinen parejas?
Cortá todas las papas más o menos del mismo tamaño y acomodalas separadas en la bandeja de horno. Así agarran colorcito de todos lados.