
Siempre que busco algo rico y reconfortante, suelo preparar este plato de pollo con couscous perlado. Es un guiso cálido y saciante, donde el pollo desmenuzado, las hierbas frescas y el couscous en bolitas crean sabores que recuerdan a la costa mediterránea. Sencillo, pero elegante al mismo tiempo.
Probé a preparar esta sopa un sábado lluvioso y desde entonces se volvió mi plato estrella cuando invito amigos a cenar. El olor invita a todos a la mesa y siempre preguntan cómo la hice.
Ingredientes
- Muslos de pollo con hueso y piel: dan sabor intenso y quedan jugosos aunque los cocines mucho rato
- Perejil fresco: es la base del caldo casero y aporta frescura
- Couscous perlado: queda firme y absorbe el sabor del guiso sin deshacerse
- Eneldo recién picado: aporta ese toque mediterráneo único
- Zumo de limón: realza todos los sabores y equilibra la grasa
- Sal especiada: ajústala a tu gusto para que el sabor sea perfecto
- Aceite de oliva virgen extra: sirve tanto para cocinar como para dar un acabado auténtico
Instrucciones Fáciles
- Toque Final:
- Añade el eneldo picado y el zumo de limón justo al final. Que se mezclen bien con la sopa apenas unos minutos al fuego bajo. El color se ve bien vivo y el aroma del limón le da chispa.
- Hierve la Sopa:
- Vierte el couscous en el caldo con el pollo desmenuzado y mantén todo a fuego medio. Remueve de vez en cuando para que no se pegue. Déjalo sin tapar unos 15 minutos, verás que las bolitas se inflan y toman sabor.
- Ponte a Cocinar:
- Pon aceite de oliva en la olla limpia hasta que brille. Echa cebolla y apio cortados con sus hojas y deja que se ablanden unos 5 minutos. Salpimienta al gusto, mejor quedarse corto al principio.
- Desmenuza el Pollo:
- Saca el pollo ya cocido con unas pinzas y cuela el caldo para quitar huesos y resto de hierbas. Limpia la olla si hace falta. Quita la piel y con dos tenedores desgaja el pollo en trozos pequeños. Vuelve a echarlo en el caldo filtrado.
- Haz el Caldo:
- Coloca los muslos de pollo en la olla bien extendidos. Salpica encima con sal. Pon el perejil sobre el pollo para que suelte aroma. Echa agua fría hasta cubrir y algo más. Calienta hasta hervir y luego pon el fuego muy bajito. Tapa y deja cocinar despacio, unas dos horas, para que el caldo quede concentrado y el pollo súper suave.

Para mí, el couscous perlado es el toque especial de este plato. A diferencia del couscous tradicional, estas bolitas mantienen su forma y su punto incluso si las calientas después. Mi abuela me enseñó a usarlas y siempre me transportan a su cocina llena de aromas mediterráneos.
Opciones para Adelantar
Esta sopa va ideal si quieres organizarte con las comidas. La puedes dejar hecha hasta tres días antes y guardar en la nevera. Cuanto más tiempo, más sabor coge. Calienta poco a poco cuando vayas a comerla, y si está espesa solo añade un poco de agua o caldo. Si prefieres congelarla, aguanta genial hasta 3 meses cerrada hermética. Déjala descongelar la noche anterior en la nevera.
Cambios de Ingredientes
Si no encuentras muslos de pollo con hueso, usa deshuesados sabiendo que el gusto será menos profundo. Para una versión rápida, compra un buen caldo de pollo hecho (unos 2 litros) y añade dos tazas de pollo asado desmenuzado en los últimos 10 minutos. Si quieres alternar, usa pasta tipo fideos pequeños o patatas cortadas en cubos en lugar de couscous. Cambia el eneldo por estragón fresco o albahaca para darle un giro distinto pero igual de sabroso.
Cómo Servirla
Por sí sola llena bastante, pero puedes darle más gracia con pequeños detalles. Sírvela en platos hondos y anchos para lucir todos los ingredientes. Un chorrito de aceite de oliva virgen extra les da brillo final y sabor. Si te gusta el toque crujiente, ponle por encima crocantes de pan, alguna mezcla de semillas especiadas típica como zaatar, o simplemente picatostes hechos en casa. Una ensalada verde con aliño de limón y aceite queda estupenda al lado. Si tienes ganas de algo más contundente, acompaña con pan artesano para mojar.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo hago para que las papas queden blanditas en el gratin?
Corta las papas bien delgadas y ponlas a hornear en una salsa cremosa. Si cubres el refractario con papel aluminio al inicio, ayuda muchísimo a suavizarlas antes de que se doren.
- → ¿Puedo cambiar gorgonzola por otro queso?
¡Claro! Puedes usar otro queso azul como Roquefort o Stilton para un sabor parecido, o elegir brie o camembert si quieres algo más suave.
- → ¿Se puede preparar este gratin antes?
Sin problema. Prepáralo y hornéalo antes, déjalo en la nevera y luego caliéntalo en el horno a 175°C hasta que esté burbujeante.
- → ¿Cuál es la mejor forma de cortar las papas para el gratin?
Una mandolina es ideal. Así las rebanadas quedan parejitas y se cocinan al mismo tiempo, con textura super cremosa.
- → ¿Con qué puedo acompañar este gratin?
Queda genial con ensalada verde, pollo asado o verduras al horno. Así tienes una comida muy completa.