
Me encanta cómo este salteado de champiñones y espinacas se ha vuelto mi acompañamiento infalible, ya sea para una cena casual o cuando quiero impresionar a mi familia con algo especial. Ese toque campestre junto a las espinacas le dan mucha onda y combina prácticamente con todo lo que se te ocurra.
La primera vez que lo hice fue porque me sobraban unos champiñones en la nevera. Quería aprovechar todo y, sin darme cuenta, se terminó volviendo un platillo estrella cada vez que tengo gente en casa.
Ingredientes
- Aceite de oliva: Da un sabor rico y ayuda a dorar bien los champiñones
- Champiñones: Puedes usar portobello para un sabor intenso, blancos para algo suave, o mezclarlos. Busca los que estén firmes y sin manchas babosas
- Espinacas frescas: Son llenas de vitaminas y se cocinan rapidísimo. Escoge hojas verdes vivas, sin partes marchitas
- Ajo: Aporta ese aroma delicioso. Mejor si eliges ajos que estén apretados y sin brotes
- Zumo de limón: Le da un toque ácido. Mejor si exprimes uno recién cortado
- Sal y pimienta: Fundamental para que los sabores destaquen
Instrucciones Paso a Paso
- Prepara Todo:
- Pasa los champiñones de manera suave por agua, luego sécalos bien con papel de cocina. No dejes que se queden húmedos porque eso impide que se doren. Rebánalos del mismo grosor, como de 0,5 cm. Lava bien las espinacas para quitar cualquier tierrita. Pica el ajo lo más fino posible y exprime el limón.
- Sofríe Las Espinacas:
- Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio, espera a que se vea brillante. Agrega las espinacas y remueve con pinzas hasta que se reduzcan y estén tiernitas, unos 2 minutos. Sácalas y reserva un momento.
- Dora Los Champiñones:
- Pon los champiñones, trata de que no queden amontonados. Déjalos sin mover tres minutos para que se doren bien de un lado, luego mueve de vez en cuando otros 5 a 7 minutos hasta que estén doraditos y secos.
- Agrega El Ajo:
- Justo antes de terminar con los champiñones, mete el ajo picado, baja el fuego y remueve seguido un minuto o dos. No dejes que el ajo agarre color oscuro porque se amarga rápido. Ahí suelta todo el aroma bueno del ajo.
- Termina Con El Toque Final:
- Devuelve las espinacas al sartén, mezcla todo. Echa sal y pimienta probando poco a poco porque los champiñones lo absorben rápido. Al final, añade el zumo de limón por encima y revoluciona todo para que los sabores se mezclen bien.

Lo que más disfruto de este platillo es ver cómo unos simples champiñones se vuelven dorados y sabrosísimos si les das su tiempo al fuego. Hay que tenerle paciencia a ese punto donde toman color. Hasta mi pareja, que nunca quiso probar champiñones, ahora los pide todas las semanas después de darle una mordida a uno bien dorado.
Consejos para Guardar
Este salteado aguanta súper bien en un táper hermético en el refri hasta tres días. Los sabores hasta se realzan de un día para otro, así que es perfecto para adelantar. Cuando lo vayas a recalentar, mejor a fuego suave en sartén, mueve un poco y ya. No uses microondas porque se hace chicloso el champiñón y se moja la espinaca.
Combinaciones Geniales
Este acompañamiento va bien con casi cualquier carne o pescado. Pruébalo al lado de un filete a la plancha, pollo al horno o un salmón dorado. Si quieres algo veggie, ponlo sobre polenta cremosa o mézclalo con pasta y un toque de queso parmesano. Hasta queda rico sobre una tostada de pan o dentro de una tortilla para el brunch.
Cómo Elegir Los Champiñones
Si bien los típicos como el blanco y portobello funcionan perfecto aquí, también puedes jugar con distintas variedades para cambiarle el sabor. Prueba con shiitake si buscas algo más fuerte, ostra para un toque suave, o portobello si quieres algo más consistente. Hasta los setas silvestres como níscalos o boletus, si te animas, le dan un toque lujoso. Eso sí, cada tipo suelta más o menos agua por lo que puede variar el tiempo en la sartén.

Rápida y con mucho sabor, esta opción ya es básica en mi cocina. Pruébala y verás por qué se volvió de mis favoritas.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué tipos de hongos puedo usar acá?
Puedes animarte a cualquiera: cremini, champiñones comunes o hasta una mezcla. Los cremini tienen sabor intenso, los comunes son más suaves. Si te tentás, probá setas silvestres como portobello, shiitake u ostras para darle otra onda y texturas diferentes.
- → ¿Sirve espinaca congelada en vez de fresca?
Claro, podés reemplazarla. Solo descongélala primero y apretá para sacar el agua extra. Usá como una taza de espinaca descongelada para cuatro tazas frescas. El resultado final cambia un poco, pero queda bien igual.
- → ¿Cómo convierto esto en un plato principal?
Fácil: agregá pollo a la plancha, tofu o pescado al lado. También podés mezclarlo con tu pasta favorita, volcarlo sobre polenta cremosa, o acompañar con arroz, quinoa o farro. Si te gustan los frutos secos, sumá unas nueces o piñones tostados para más cuerpo.
- → ¿Cómo limpio bien los hongos antes de cocinar?
Lo mejor es usar un papel húmedo o pincel suave para sacar la tierra. Evitá mojarlos mucho porque absorben agua y después no se doran bien. Si están muy sucios, pasalos rápido bajo el agua fría y secá con papel enseguida. Así quedan listos para el sartén.
- → ¿Por qué mis hongos no quedan dorados?
Puede ser por la sartén muy llena, fuego bajo, o porque tienen agua de más. Cociná menos cantidad por tanda, poné el fuego medio-alto y asegurate de que estén secos antes de empezar. No los muevas seguido, así se forman costrita rica antes de girarlos.
- → ¿Cuánto duran los restos guardados?
Metidos en un recipiente cerrado y en la heladera se mantienen 3 o 4 días. Para recalentarlos, usá sartén a fuego bajo o microondas. Fríos también quedan bien en sandwich o ensalada. Mejor no los congeles porque después pierden textura.